Un espacio para el pensamiento divergente, es un lugar donde existe el potencial para que múltiples perspectivas puedan desplegarse e integrarse en procesos de innovación y resolución de un problema. Por lo tanto, requieren un equilibrio que permita a las personas desarrollar sus tareas de responsabilidad individual, trabajar en equipo y potenciar nuevas ideas y soluciones.
Desde la perspectiva del pensamiento divergente, frente a un problema se buscan enfoques diversos y respuestas alternativas (Guilford 1986). Esto se traduce en la flexibilidad y multifuncionalidad del diseño del “espacio de trabajo”, tal con nacen, evolucionan y potencian las ideas. Por ejemplo, un espacio que permite configuraciones adaptables de los puestos de trabajo y zonas de colaboración dentro de una grilla de convergencia.
Sin embargo, lo anterior se debe complementar con la actitud de las personas para remover supuestos, desarticular sus esquemas de pensamiento y realizar nuevas conexiones entre conceptos disponibles (Guilford 1986).
En SITE aplicamos esta forma de pensar para elaborar nuestros proyectos, al evaluar las dinámicas de trabajo de cada organización, buscamos responder a través del diseño y la arquitectura, no solo a temas de habilitación, sino también a necesidades de innovación interna de las organizaciones.
Juan Pablo Claro
Sociólogo
Socio – SITE Oficinas
juanpablo@siteoficinas.com
Referencias:
Guilford, J.P. (1986). La naturaleza de la inteligencia humana. Barcelona: Paídos.