Se comprende por ocio creativo el tiempo libre que utilizamos para desarrollar una actividad -distinta a nuestro trabajo- que integra complejidad, creatividad y satisfacción.
Un espacio de “
ocio creativo” es diferente a uno de descanso y/o recreativo dentro de las oficinas. Los de descanso tienen un objetivo centrado a la distracción y socialización. Un espacio de “ocio creativo”, en cambio, es más cercano a un makerspace, es decir, un lugar físico donde se comparten recursos, herramientas y conocimientos para desarrollar proyectos, como un taller.
De esta forma, las actividades que se realizan en estos espacios pueden ser manualidades, (por ejemplo, hacer alguna artesanía o trabajo plástico), el aprendizaje de una danza o simplemente el compartir la lectura de una novela. Lo importante es que sea una acción compleja, motivante y lúdica que permita explorar o desarrollar la creatividad.
Entre los beneficios se pueden destacar:
- Se aprende a través del hacer.
- Se estimula a las personas a enfrentar retos de manera individual y colectiva.
- Se desarrollan nuevas destrezas que pueden enriquecer y complementar las competencias profesionales de los equipos.
- Mejora las relaciones entre personas con distinta formación profesional.
- Fortalece la autoestima.
- Promueve el pensamiento creativo.
- Disminuye el estrés laboral.
- Mejora la motricidad fina de las personas.
Por lo tanto, implementar espacios de “ocio creativo” es una interesante herramienta para promover una cultura innovadora dentro de la organización, fortalecer la colaboración y mejorar el bienestar laboral de una forma más lúdica.
Juan Pablo Claro
Sociólogo
Socio – SITE Oficinas